Muchas veces viene gente a “conversar” conmigo a causa de sus relaciones de pareja y, también muchas veces, suelen culpar al otr@ de lo mal que funcionan sus relaciones. 
Pocas veces, sin embargo, un@ asume, reconoce, recuerda que él/ella decidió -eligió- que esa persona era la que él/ella pensaba que era la mejor, la más adecuada, la más hermosa, la más pertinente, la más “mejor” para su vida en ese momento. 
Pero ahora, al cabo del tiempo, esto se omite, da la impresión de que esa persona cayó del cielo en mi vida -sin tener yo nada que ver- y, a partir de ahí, se ha dedicado a amargarme la vida. 0 responsabilidad mía. 
Y es cierto que no hay en ningún plan de estudios una asignatura llamada “Pareja” y/o “Amor romántico”. O, “Cómo elegir pareja en treinta lecciones”. O, “Qué significa tener pareja?” (y no un compañer@ que me complazca o que consiga lo que yo no puedo o que me ame como yo quiero que me ame o que me satisfaga)
Pero también es cierto que tenemos algo que ver con lo que decidimos, elegimos y hacemos. 
La pareja es una de las situaciones de la vida más importantes y, sin embargo, le dedicamos poquísima atención, energía y mirada a saber qué es eso, para qué, cómo lo vivo yo, qué hacer para elegir “bien” y compartir con satisfacción. 
Nos dedicamos a “vivirlo” -lo de elegir pareja- como en una película de Disney (y éstas suelen acabar cuando se casan). 
Hablamos con l@s amig@s de si me gusta, de si le gusto… y, si al final formamos pareja, directamente de lo mal que hace las cosas “mi pareja” y del daño que me provoca. Y así andamos. También con hij@s. 
Por eso es urgente -desde mi punto de vista- reflexionar sobre qué es eso de vivir en pareja, que quiero aportar yo a esa relación, por qué el otr@ me tiene que dar algo, cómo vivir en libertad profunda con el otr@, a cuento de qué le exijo y, en definitiva, mirarme y volverme a mirar en esa situación, con el otr@, yo, perdid@, desvalid@, necesitad@ de amor -sin saber muy bien qué es- y así, humildemente, entregarse a compartir y aprender en el camino. 
Con toda la voluntad de encontrarme con otro humano/herman@ y conmigo mism@ inundad@ de la mayor conciencia posible.