Sólo parece que no. 
Hay un todo que no entiendo
-pero habito- que no termina nunca porque ese concepto no existe ahí. 
Alguien dijo que venimos, a este todo, a experimentar, pero quizás tenga sus matices. 
Quizás venimos a descubrir, a creer en nosotr@s mism@s, a romper-morir con lo superficial, a encontrar la verdad profunda, a lo que llamamos Dios, que debe de ser otra vivencia. Seguro, otra. 
A creer y crear una nueva conciencia, la conciencia profunda de tener el valor para caminar sobre el agua hacia la otra orilla.