
Es un nuevo concepto de terapia que ya está aquí pero que precisa ser nombrada y vista.
A diferencia de la terapia clásica, no pretende “curar” a alguien porque está “enfermo”.
Es más un campo de enseñanza-aprendizaje, de descubrimiento de una mirada que puede no estar esclavizada ni sometida por los dictados de la cultura en la que vivimos, o por los sucesos que nos ocurren, o por el devenir de lo que pensamos que va a pasar, o por las creencias de lo que es el mundo…
Es un espacio de conexión, de reconocimiento, de encuentro. Es una nueva vía para cuestionarte y cuestionar la narración de tu vida y de ti mismo.
Individualmente o en grupo abre una brecha en una visión monolítica de la vida. Hacia una mirada liberada que se sabe plena.