
Una terapia consciente, para mí, es un lugar de encuentro con la otra persona, no solo para resolver problemas, sino, sobre todo, para reconocernos mútuamente como seres humanos intentando sintonizar con nuestra fuente, con nuestra consciencia, con nuestra razón de ser en la vida como vida.
Y toda vida, aunque no lo parezca, aunque no nos lo creamos, es plena tal como es. Solo hay que poder verlo así, solo hay que descubrirse en esa mirada.
Y ahí la labor del terapeuta: ayudar a, colaborar con la posibilidad de conectar con esa mirada. ¡¡¡¡Qué gozo!!!!