Creo que,al final, 
a lo que la vida
nos empuja, 
lo que nos dice
es:
Sal, sal de tu madriguera.
No pidas, da. 
Colabora con el mundo, 
con la vida,
con el universo,
con las gentes. 
Con lo que sepas y
como sepas.
Entrégate y expande tu amor.
Sé tú, con toda honestidad. 
Y ahí te encontrarás con quien te tengas que encontrar. 
Ahí la plenitud. Ahí la belleza. 
El propósito. 
Así de simple. En cualquier caso.